jueves, 22 de noviembre de 2018

Neuralgia del Nervio TRIGÉMINO




La neuralgia del Nervio Trigémino (NT) es un trastorno nervioso. Produce un dolor punzante o similar a una descarga eléctrica en pequeñas áreas de la cara o en todo un hemi-rostro.

Siendo uno de los nervios más largos de la cabeza, la función del Trigémino es la de transportar la información de las sensaciones de contacto o dolor desde el rostro, los ojos, los senos paranasales y la boca hasta el cerebro.

Es el quinto nervio de los doce pares de nervios craneales que se originan en la base del cerebro.

Está formado por tres ramas:
  • La rama superior (oftálmica) lleva la sensibilidad del cuero cabelludo y la parte frontal de la cabeza
  • La rama media (maxilar) recorre la mejilla, la nariz y el labio superior
  • La rama inferior (mandibular) recorre el labio inferior

A quien afecta.
Pudiendo producirse a cualquier edad, la mayor incidencia se presenta a partir de los 50 años, prevaleciendo esta afección en mujeres entre los 50 y 60 años.
Existe la posibilidad de una predisposición genética hereditaria en ciertos grupos familiares, aún sin comprobación clara y evidente.

Causas probables.
Es complejo encontrar una causa precisa para explicar su aparición y, en muchos casos, nunca se determina.
Hay casos en los que al carecer de una causa evidente se le denomina Neuralgia del Trigémino Idiopática.
La causa más común es la compresión que pudiera producir un vaso sanguíneo al pasar sobre el nervio cuando este sale del tallo cerebral. La menos frecuente, la compresión por un tumor extra-cerebral.
Quienes padecen de esclerosis múltiple pueden presentar los mismos síntomas ya que, debido a la esclerosis, el nervio trigémino también queda afectado.

Síntomas característicos.
Similar a un shock eléctrico, se presenta como un repentino dolor facial y, de gran intensidad. Es considerado medicamente como uno de los dolores más bruscos y penetrantes. Su irrupción violenta y persistente afecta psicológica y emocionalmente a las personas, predisponiéndolas a episodios de depresión.

Este shock doloroso  tiene una duración entre unos segundos hasta minutos cuya sensación punzante, registrándose alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara, afectando, en general, a un solo lado de la cara. Solo entre el 1% y el 5% de los casos se presenta en ambos lados del rostro, y muy raramente si la persona esta durmiendo.

Estos dolorosos síntomas suelen repetirse varias veces a lo largo del día, persistiendo durante semanas.
De igual modo, pueden desaparecer por meses o años y reaparecer sin causa aparente. En algunos casos, días previos al episodio de dolor, los pacientes suelen notar un cosquilleo o sensación de entumecimiento.

Considerando las características de cada caso, los periodos de remisión del dolor suelen acortarse y los ataques se vuelven más intensos y constantes. Esto lleva a muchas personas, vulneradas en su estado emocional, a evitar realizar determinadas actividades cotidianas como descuidar la alimentación o la higiene.

Algunos especialistas consideran la neuralgia del Nervio Trigémino en Grado Uno: si el dolor es agudo e intermitente (como descargas), y de Grado Dos: cuando el dolor es constante y persistente por más del 50% del tiempo.

Diagnostico.
Es fundamental analizar la descripción del paciente ante los episodios de dolor. Las sensaciones que sienten, sus características, el tipo de dolor, la intensidad y localización. Toda información ayudará para vincular las posibles causas que pudieran desencadenar el ataque.
Los estudios de sensibilidad facial con pruebas de reflejos del trigémino orientan en la búsqueda del diagnóstico.
La resonancia magnética de la cabeza posibilita descartar patologías que pudieran afectar al Nervio Trigémino de modo secundario (esclerosis múltiple, malformaciones vasculares de venas o arterias, lesiones del nervio luego de cirugías odontológicas o en los senos paranasales, traumatismos extra-craneales o tumores).

Tratamientos.
Los principales métodos de tratamiento están enfocados  a la eliminación del dolor por medio de fármacos o cirugía.  

Desde la Reflexología en general, se logran un importante aumento en la relajación del paciente permitiendo una mayor tolerancia frente a los dolorosos ataques, situación que habilita al cuerpo del paciente a reorganizarse a través de su proceso homeostático.

La Terapia Reflexo Facial, al abordar el rostro y la cabeza como zona refleja de trabajo, logra una mayor incidencia tanto en la relajación como en la interacción con la o las áreas afectadas.
La movilización de la musculatura entumecida por los episodios de dolor, la sedación del alterado sistema nervioso, hasta la estimulación del drenaje de toxinas a través del sistema linfático, son algunos de los recursos que cuenta este método.  

Así como se desconocen causas o tiempos preexistentes en su origen, de igual modo, el tratamiento con Reflexología y de Terapia Reflexo Facial en particular,  plantea una constancia y cooperación por parte paciente, sabiendo cuando comienza el tratamiento y sin una fecha pautada de finalización.
La idea de lograr una mejor calidad de vida depende de cada caso y cada persona, considerando el compromiso consigo mismo, la reflexión sobre sus hábitos cotidianos y, la aceptación de esta situación nueva que llega como una experiencia para aprender.

Investigación y desarrollo:
Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor
Director de la Escuela Holística Argentina de Terapia Reflexo Facial.

Fuentes:

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000742.htm


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