jueves, 19 de octubre de 2017

Diario del Curso de Terapia Reflexo Facial - Lima, Perú. sep/2017 - tercera entrega

Día tres.
Hay dos frases que resuenan en mi memoria, la primer de Joan Manuel Serrat y la otra de Alejandro Jodorowsky y dicen: “uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto” y “las cosas son como son, sufrimos porque las hemos imaginado distintas”…

Así podría comenzar a recorrer los puntos en común y las diferencias que hacen a los reflexólogos en su labor cotidiana situados a ambos lados de la cordillera, en Lima y en Buenos Aires.
Conversando con una colega y docente sobre la experiencia vivida en el Centro de Reflexoterapia de las Hnas.de San Pablo de Chartres en Lima, Perú; llegamos a la conclusión que si nosotros lográsemos desarrollar tan solo un veinticinco por ciento de la convicción y confianza con la que atienden, comparten y siguen perfeccionándose en Lima, la reflexología en nuestro país tendría un lugar muy diferente dentro de la sociedad.


Indagando en la etimología de la palabra “confianza”, de raíces latinas,  su significado es: “cualidad del que tiene total seguridad de algo o alguien”. Y está compuesto por los prefijos: Con (junto, todo), Fides (fe), Nt (agente, el que hace la acción), mas el sufijo: ia (cualidad).



Entonces, tal vez esta sea la mejor palabra para describir la actitud en el  trabajo que realizan los reflexoterapeutas que conocí en Lima.
Más allá de las características e individualidades propias del ser humano, trabajan en conjunto con una mirada clara, con convicción, con fe de que sus acciones van a mejorar la salud y calidad de vida de sus consultantes. De que sanan.

 
Apoyados en sus conocimientos anatómicos y fisiológicos, constatando a lo largo de cientos de pacientes que transitan diariamente por la Clínica, evalúan el modo de ajustar mejor los tratamientos a las patologías. Y las patologías se repiten y multiplican. Así como hay temas recurrentes de salud también surgen las sorpresas y nuevos desafíos.


El estilo de alimentación sumado a las características socioculturales de vida y cuidados hacen mayormente a la reiteración de muchos casos; disfunciones o “enfermedades” en el sistema digestivo, respiratorio u oseo-artro-muscular entre otros. Esto es un hecho común a cualquier región o país, incluso el nuestro, la Argentina.

En nuestro caso, enraizados en intrincados pensamientos y elucubraciones que afloran por nuestros poros materializándose tan solo con expresar: “Buenos días!!!”, hemos perdido la mirada inocente, el asombro de niño. El contemplar sin interpretaciones ni dobles sentidos.
Miradas de asombro, de avidez por conocer que si observé tanto en los terapeutas al atender en el Centro de Lima, como en los participantes del curso intensivo de Terapia Reflexo Facial.


Orgullosos de nuestra “viveza”, tenemos la fama de soler caer en la obsesiva creencia de que la perfección nos destaca y empodera, de una pobre valoración narcisista. Del histrionismo hacemos un culto de igual modo que de la “queja” llegando a desconfiar hasta de nuestra sombra. 

Desaprovechamos reconocer y disfrutar la sencillez de las cosas, resistiéndonos a aceptar los hechos tal cual son, como que la noche es la continuación del día, o que morir es lo opuesto a nacer, extremos de la vida. Ante tanto miedo a la muerte desconocemos cómo vivir, creyendo que uno está vivo mientras consume y siente solo placer. 



Aceptar que, no saber nada es más importante que saber y, esto nos impide descubrir la humildad de sentirse permanentes aprendices. Nos desplazamos desesperados corriendo de ningún lugar a cualquier ningún otro justificando el evitar apropiarnos de las cosas como son, evitando así que nos duela el cuerpo, nuestra adolescente emocionalidad o nuestra incomprensión. Sobre todo la incomprensión de no poder controlar lo incontrolable.


Hemos perdido la mirada del niño que confía, tanto en sus instintos como en la palabra cálida del adulto que valora o nos llama la atención en pos de mejorar nuestra conducta para un mejor vivir. ¿Será porque somos una sociedad que castiga al diferente y valora solo la conveniencia?


Cuando hablamos de terapias y terapeutas, imagino ese paraíso llamado “utopía”. Ese universo sin espacio ni tiempo donde se encuentran nuestra brillantez y nuestras más tenebrosas sombras, abrazándose en un acto de aceptación y reconciliación sin más que para salir al encuentro de un semejante, otro igual y diferente al que llamamos consultante. 



Todo transcurre muy velozmente, todo es muy fugaz y, del instante del desayuno nos encontramos levantando los platos de la cena, de la casual e indiferente mirada desconocida nos descubrimos disfrutando ante una reconfortante amistosa sonrisa, de la concentración en la práctica del curso a la distendida situación del encuentro de intercambiar experiencias. 

Todo ocurre como debe ocurrir y, cada momento nos espeja nuestro interior a modo de aprendizaje. Así fueron mis días, observando, aceptando y aprendiendo.







Así transcurrió el tercer día del curso, estimulando el Sistema Linfático, depurando toxinas y prejuicios, activando las defensas naturales del organismo y del alma, combatiendo sustancias y pensamientos nocivos, transportando y distribuyendo nutrientes, preparándonos para un nuevo día.







Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.
Director de la Escuela Holística Argentina de Terapia Reflexo Facial.
Tercera de cinco entregas.

martes, 10 de octubre de 2017

Diario del Curso de Terapia Reflexo Facial - Lima, Perú. sep/2017 - segunda entrega

   Día dos.
Todos tenemos la inclinación a mostrar nuestro mejor perfil, el mejor atuendo, la sonrisa más franca. Unas veces para agradar otras para ser aceptado, o por el simple placer de sentir que mi trato hace sentir bien a otro. Expresar solo lo bonito es un modo de omitir lo menos bonito, como dice una canción: “si la historia la cuentan los que ganan eso quiere decir que hay otra historia…”

Durante los treinta años en los que trabajé como fotógrafo publicitario, dedique unos diez años a la docencia enseñando desde los lineamientos básicos de la fotografía hasta conceptos más complejos sobre técnicas de composición e iluminación. Trabaje con adolescentes y adultos compartiendo todo lo aprendido sumado a mis experiencias personales. Siempre bajo la misma consigna: “nada se guarda bajo la manga”, todo es para todos. 

Pues la experiencia muestra que hay quienes absorberán vorazmente la información recibida de forma rápida aplicándolo de igual modo en sus prácticas. Otros procesan lo recibido más lento, analizando cada dato, cuestionando y comprobando para así afianzarlo internamente. Sentir de este modo que lo aprendido les es propio, que corre por sus venas. Hay quienes necesitan más tiempo aun, ya que enfrentan sus propias sombras, sus limitaciones, el confrontar el esfuerzo como parte del aprendizaje y que para: “soplar y hacer botellas” hay que practicar muchas veces sobrellevando la frustración del error. De descubrir que tragarse el orgullo es un trago mucho menos amargo de lo que imaginaban.

Cada sistema de trabajo en la Terapia Reflexo Facial tiene una técnica de masaje. Esto hace al resultado y al esfuerzo para aprenderlo. El masaje del Sistema Nervioso tal vez lleve la delantera en esto. Para realizarlo se debe ejercer el más ligero roce sobre la piel con un movimiento rápido de los dedos y avanzando muy lentamente y, obviamente, como ambas manos a la vez. Resulta fácil decirlo y lo mismo ocurre cuando se lo ha practicado varias veces. Al comienzo, cuesta.

Estas modalidades de trabajo en un curso de varios meses van decantando lentamente; la posibilidad de corregir errores surgidos de las practicas afianza la técnica. En un curso intensivo de cinco días es sumar una información nueva y diferente cada día.
Se positivamente que en los cursos intensivos se perderá información en el camino, que habrá adaptaciones y reajustes de lo aprendido, tal vez hasta surja un “nuevo método”. Mi deseo es que al llevarlo a la práctica, al percibir los estímulos que provocan y las reacciones consecuentes, descubran como realizarlo cada vez más correctamente e incorporar las propias manos relajadas como parte de la danza del masaje.



Vivimos poniéndole la cara a la vida, entonces regalémosle una caricia estimulante que movilice tanto esfuerzo, que ablande la coraza protectora y posibilite conectarse con el resto del cuerpo. Este es uno de los motivos por los cuales los masajes están presentes en esta terapia.







Muchas fueron las sorpresas de los participantes del curso al comprobar las diferentes reacciones tanto al trabajar como al recibir las técnicas. Desde registrar extrañas sensaciones por el cuerpo, movimientos “como de electricidad” por brazos o piernas, hasta despertarse con estados como de post-borrachera. Cosas que se descubren y aprenden con la reflexología…



Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.
Director de la Escuela Holística Argentina de Terapia Reflexo Facial.

Segunda de cinco entregas.

lunes, 2 de octubre de 2017

Diario del Curso de Terapia Reflexo Facial - Lima, Perú. sep/2017

Cada persona tiene su visión de la realidad y esto se convierte en su verdad. Esta es mi visión, por lo tanto mi verdad. Igual, parecida o diferente de otras.

Nuestras raíces nos dan identidad, nos brindan un piso donde afirmarnos, una referencia desde donde construir “ese modo de ser”. Lo desconocido puede provocar rechazo o miedo. Solemos defender nuestras costumbres y la cultura en la que nacimos por la tradición de convivir en ella y, habituados a una zona de confort, comúnmente queda fuera de cuestionamientos modificarla.  
Esto nos lleva a buscar diferenciarnos y, en defensa de nuestros hábitos llegamos a pre-juzgar los ajenos. Los conceptos mencionados son afines a cualquier persona perteneciente a cualquier ciudad, región o país. Digamos: ¿algo innato del ser humano?

Con estos conceptos flotando como un bagaje de a momentos inconscientes y trabajando conscientemente para observar el panorama total, sumado a la firme convicción de “vaciar la taza” de conocimientos y juicios de valor, se produjo este encuentro en el “Centro de Reflexoterapia Hermanas de San Pablo de Chartres” bajo el nombre de: Curso Intensivo de Terapia Reflexo Facial (sep/2017).
  

El Centro de Reflexoterapia en Lima (Perú), tiene su origen en el año 2000, bajo la dirección y supervisión de Sor Jeanne Marie Cattin, más conocida como la Hna. Juana, enfermera de profesión, quien en 1998 se capacitó en la Reflexología Podal con la intención de ayudar a la curación de las personas necesitadas.

Ante la gran demanda de pacientes en la búsqueda de mejorar su calidad de vida, la Hna. Juana crea en el 2001 la “Escuela de Reflexoterapia Hnas.de San Pablo de Chartres” con la intención de formar y multiplicar las manos en la asistencia, formando así terapeutas a nivel nacional.

El aporte consciente que realizan a la salud de una población con menores recursos económicos que asisten al Centro, les ha capacitado con experiencias muy concretas y enriquecedoras ante las miles de personas que han concurrido con diferentes malestares y disfunciones buscando respuestas y atención ante un sistema de salud afectado por carencias y deshumanización.

Esta realidad y experiencia cuyo trabajo reflexológico realizan en los pies y las manos se encuentra ante una nueva posibilidad, el rostro y, la Terapia Reflexo Facial.
Un método joven, creado hace seis años, que aúna técnicas y criterios de otros métodos faciales y podales, para lograr un relajante y estimulante modo de trabajar en reflexología desde el rostro.


 
Día uno.
Si bien había llegado al Centro cuatro días antes del curso, permitiendo este hecho poder participar y compartir desayunos o almuerzos, e intercambiar charlas, paseos o sesiones, las expectativas de un docente desconocido estaba presente.



Las sesiones de Reflexoterapia en el Centro de Perú se realizan en un sillón de mimbre en donde el paciente está semi-recostado apoyando sus pies sobre una banqueta. En muy pocas ocasiones utilizan una camilla que deja al paciente totalmente acostado.
En este caso, la terapia facial se realiza en camilla y el terapeuta, ubicado del lado de la cabeza del paciente, trabaja con ambas manos a la vez simultáneamente en cada hemi-rostro.

 La predisposición es fundamental a la hora de incorporar tantos cambios y sumado al entusiasmo esto generaba una energía óptima en el ambiente.  Un inmenso y con poco tiempo de inaugurado salón que albergaba doce camillas para que los veinticuatro inscriptos pudieran aprender y practicar.

El trabajo del sistema Muscular de la Terapia Reflexo Facial implica realizar un movimiento particular para movilizar las fibras musculares sobre las áreas reflejas del rostro. 

La coordinación de los movimientos de ambas manos, el reconocimiento de una topografía diferente a la de los pies, áreas que se recorre en el rostro, hicieron un permanente ir y venir de camilla en camilla asistiendo a los participantes, escuchando sus dudas y cuestionamientos, corrigiendo o felicitando las diferentes circunstancias que experimentaban al sentirse estar a prueba y disfrutar de la satisfacción por lograr la propuesta.


Asombro, relajación, intriga. Esto fue algo de lo que se manifestó en los rostros y comentarios de quienes recibieron en primer lugar la práctica. Luego del break y refrigerio continuamos cambiando los roles. Quienes habían recibido la terapia ahora les tocaba practicarla siendo sus compañeros quienes podían acostarse en las camillas para disfrutar.


El sueño profundo al compás de algunos ronquidos fue el motivo de risas y bromas al terminar la práctica. Rostros y cuerpos distendidos, sensaciones físicas o barullos digestivos, visualización de luces o colores dieron el condimento a los comentarios mientras cerrábamos la primer jornada del curso.


Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.
Director de la Escuela Holística Argentina de Terapia Reflexo Facial.


Primera de cinco entregas.