sábado, 23 de febrero de 2019

Observa como es la reacción y descubrirás que emociones hay detrás…


(Los resortes emocionales que nos obligan a reaccionar….)

La función de las emociones es el medio para adaptarnos al ambiente que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente.

En algunos casos en forma de crisis más o menos violentas y, según el carácter de la persona, más o menos pasajeras.

Cuando algo nos provoca incertidumbre o inseguridad, por detrás comienza a crecer el Miedo. Se despierta la necesidad de protección.

Al encontrarnos ante una situación imprevista, muy diferente a lo acostumbrado, nos desconcertamos o sobresaltamos. La Sorpresa se presenta para ayudarnos en como orientarnos ante lo nuevo.  

Como seres humanos, experimentar emociones implica un conjunto de informaciones conscientes y subconscientes que dan marco a como percibimos y valoramos el mundo con el que interactuamos.

Dentro del conjunto de informaciones, podemos comenzar por nuestra sensibilidad de carácter, el entorno donde nos criamos, la educación recibida, las creencias y actitudes, nuestro compromiso ante la vida.

Al observar atentamente, tomando distancia, tanto de las reacciones propias como las reacciones de los otros, podremos descubrir y comprender que emociones han provocado reaccionar de tal modo.

Lo primero que ocurre cuando nos sentimos avasallados en ponernos a la defensiva. Al comprender cuales emociones están por detrás de las reacciones podemos descubrir si son una respuesta emocional sin control  a diferencia de una ofensa personal.

Recordemos que siempre existe la opción de la pregunta.

¿Esta reacción que estas expresando es contra mí?...
¿Necesitas agredirme por algo en particular?

¿Te fue útil la nota…?

Muchas gracias por leerme.

Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.

lunes, 18 de febrero de 2019

¿Puedes expresar tu emoción… sin que te domine?


* ¿Puedes expresar tu emoción… sin expresarla desde la emoción?  (Desde la angustia, el enojo, desde el miedo)

Cuando la emoción gana espacio dentro nuestro perdemos el control. Todo nuestro ser, nuestro cuerpo se siente como poseído. Hasta llegamos a expresar palabras ajenas a las que habitualmente utilizamos. Incluso, actuar físicamente, agrediendo.

Al expresarnos desde la emoción es la energía de la emoción la que domina la situación. Es la bronca, la envidia, el miedo, la tristeza entre otras las que hablan por nosotros. En consecuencia, nuestro comportamiento, el dialogo que adoptamos se contamina de juicios, criticas o reproches.

Necesitamos que por sobre todo se comprenda lo que ocurre en nuestro interior, toda esa avalancha que invade cada célula del cuerpo sea comprendida. Que algo o alguien contenga aquello que nos expone al límite del desborde.

Perdemos la perspectiva de la situación, hablamos y actuamos inconscientemente otorgándole todo el control a las emociones.

¿Qué alternativas tenemos para modificar esto?

Si logramos detectar las emociones e identificar su nombre, la opción que nos queda es utilizar la descripción de lo que sentimos.
Esto nos permite tomar distancia y atenuar la ebullición interna.

Por ejemplo, “Comprendes que tu actitud de haberte comprometido con una tarea y haberte olvidado me enoja muchísimo…”
Otro, “me siento muy triste y defraudado por la actitud con la que me tratas, el tono de voz con el que me hablas…”

Si logramos salir del lugar de estar a la defensiva para exponer claramente cuál es nuestra visión de la situación, otorgamos a la otra persona que también pueda expresar su parecer.
“a mí me pasa esto….”, “este es el modo en que entiendo esta situación y me provoca esta emoción….”

Como todo cambio de actitud, implica un permanente ejercicio. Lograr percibir lo que sentimos, como se llama y cuál es el mejor modo, para lograr comunicarlo si generar una agresión.


Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor

sábado, 9 de febrero de 2019

Las “cosas” por su nombre…





¿Cómo te llevas con las emociones?
(segunda nota)
* ¿Posees capacidad para detectar tus emociones?
* ¿Logras ponerle nombre a tus emociones?
* ¿Puedes expresar tu emoción… sin expresarla desde la emoción?
* ¿Qué emociones hay detrás de las reacciones de los demás?
* Para convivir con las emociones, reflexiona y actúa desde la calma.

-Siento una cosa aquí en el pecho que me pone mal….!!!
-De tanto pensar la cabeza se me va a explotar…!!!
-Tengo una cosa acá en la garganta que no me deja respirar…!!! 

¿Estas sensaciones son físicas o emocionales?
¿Qué nombre le pondríamos a estas emociones?

Decir que tengo una cosa en el pecho es muy diferente de percibir que siento una emoción. Y que esa emoción tiene nombre: ANGUSTIA, por ejemplo.

Al poner nombre a nuestras emociones las podemos identificar y diferenciar. Es muy diferente la angustia del miedo, o la envidia de la indiferencia.

Para ello necesitamos comenzar a ampliar nuestro vocabulario emocional. Cuantas más palabras incorporemos más opciones tendremos de reconocer y diferenciar lo que sentimos.
Te aseguro que la sensación de nombrar una emoción por lo que es resulta magníficamente reconfortante.

Mientras estamos sintiendo eso en alguna parte todo se hace complejo. 

Observa que al decir: “sintiendo eso”, carece de nombre y, nombrar: “en alguna parte”, carece de lugar en nuestro cuerpo.

O sea, todo está indefinido, incierto y, se presta a todo tipo de fantasías y especulaciones.

Cuando olvidamos lo valientes que somos para tantas cosas y perdemos el coraje de acompañarnos a nosotros mismos, delegamos nuestras responsabilidades a otros. Esperamos que otros resuelvan nuestras emociones y sentimientos.

Todos sabemos que la gran mayoría de las disfunciones y patologías tienen un componente emocional. 
Una emoción que nos quedó atorada en la garganta puede desencadenar una contractura o, afonía, tal vez  faringitis o desequilibrio tiroideo. 

Cuanto más tiempo retengamos una emoción mayor serán las posibilidades de que se produzca un desequilibrio.

Al poder nombrar lo que sentimos, se convierte en una entidad que está separada de nosotros, que podemos observar y describir, incluso dialogar con ella. Para lograr preguntar que necesita esa emoción.

Sentir tristeza es diferente a sentirse apenado o decaído por algo en particular y, mucho más diferente sentir tristeza que melancolía. Sentir inseguridad es diferente del miedo.

Te dejo unos ejemplos para que observes la diferencia y cual palabra se acerca a tu real sensación.

Tomemos la emoción de: “frustración”, las opciones podrían ser: decepción, desencanto, desilusión, desengaño, defraudado.  

La emoción de “sensible”: impresionable, delicado, emotivo, sentimental, susceptible, suspicaz, blando, piadoso, compasivo, tierno.
Todas apuntan a lo mismo pero cada palabra se siente diferente.

¿Qué sensación te produjo leer esta nota?

Si fue de agrado, nos vemos en la próxima.

Muchas gracias por leerme…
Saludos,
Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico, Instructor.

martes, 5 de febrero de 2019

¿Posees capacidad para detectar tus emociones?


¿Cómo te llevas con las emociones?

* ¿Posees capacidad para detectar tus emociones?
* ¿Logras ponerle nombre a tus emociones?
* ¿Puedes expresar tu emoción… sin expresarla desde la emoción?
* ¿Qué emociones hay detrás de las reacciones de los demás?
* Para convivir con las emociones, reflexiona y actúa desde la calma. 






veamos la primer pregunta...
¿Posees capacidad para detectar tus emociones? 

Lo primero a trabajar y, hablo de un trabajo interno, muy personal, es comenzar a observarnos. Esto parece algo “raro”. ¿Qué quiere significar esto de observarnos?
¿Acaso debo andar con una camarita que me siga a todas partes? ¿Tengo que pasar el día con el celular haciendo selfies? ¿Necesito mirarme más seguido al espejo?
Obviamente que cuando hablamos de observación es llevar nuestra mirada, nuestra atención y percepción hacia el interior. Ese mundo tan privado, tan reservado y tan desconocido.
Para ejemplificarlo, reflexiona sobre esto: ¿cuantas veces te has golpeado con la punta de una mesa o el marco de una puerta y sin reparar en el daño has continuado como si nada?  En la vida, en otros planos como el espiritual, psicológico o el emocional, hacemos lo mismo. Seguimos como si nada hubiera pasado.
Por lo tanto, al observarnos, podemos encontrar todo tipo de conductas a partir de experiencias vividas que utilizamos para desenvolvernos. Esas conductas que conforman nuestros hábitos. Y en muchos casos esos hábitos se vuelven en contra obstaculizando el crecimiento.
Retomando el tema de las emociones, es necesario reconocerlas. Si subes tres pisos por escalera sin para vas a sentir palpitaciones.
Ahora, si te encuentras sentada en un sofá muy cómodo,  mirando la novela de la tarde en el televisor y de pronto, ante una determinada escena romántica comienzas con palpitaciones o te lloran los ojos, pues eso es emocional. Lo que le sucede a tu cuerpo es una reacción emocional.
Cuando te pones roja de vergüenza o de rabia es una reacción emocional. Eso significa que estas sintiendo una emoción.
Observarnos es descubrir la conexión con lo que sentimos: ¡Ahhh…! Esto que estoy sintiendo es una emoción.
¡Y esta emoción hace que reaccione de tal manera! ¡Que pase el día entero queriendo arreglar un problema desde mi cabeza!
¡Y en caso que no alcance el día continúo durante toda la noche, totalmente desvelada…!
Las emociones nacen en nuestro cuerpo, por ello influyen sobre nuestro cuerpo, sobre nuestros pensamientos y acciones.
Pero tengo una sorpresa de regalo.
Como toda situación en la vida, viene con premio.
Y el premio es que por detrás de esa primera emoción que hemos descubierto hay muchísimas más por detrás.
Una clásica emoción de mi padre era el enojo.
El enfado que mi padre expresaba cuando yo sacaba malas calificaciones en la escuela tenia por detrás la emoción del miedo, la frustración y el fracaso de no haber terminado el sus estudios.
Y para empatar la cosa, te comento de mi madre.
La obsesión de mi madre con el tema de la higiene, motivo por el cual nos perseguía si dejarnos tocar nada, estaba sustentado por el miedo ante varios episodios de enfermedades ocurridos en su niñez.
Por ello, el sano entrenamiento que podemos realizar es el de conectar con nuestras emociones para reconocerlas.
Las emociones son solo eso, emociones. Reacciones de nuestro organismo ante una situación. Entenderlas, detectarlas, anticiparlas es un verdadero desafío que produce un antes y un después en nuestras vidas.
Recordemos que somos seres emocionales que hemos aprendido a pensar. Reconocer lo que sentimos es un camino para aprender a conocernos…
Si quieres jugar en como descubrir emociones te dejo esta clave:
Hazte esta pregunta... ¿Qué estoy sintiendo en este momento?
¿Hay alguna otra emoción más…?

Mis saludos hasta la próxima…

Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.