lunes, 21 de marzo de 2016

aprender a mirarnos...




Cuando ignoramos las necesidades de nuestro cuerpo, las de cada uno en particular, es muy probable que surjan disfunciones. Las disfunciones son las encargadas de avisarnos que algo se está desorganizando, ya sea por exceso o carencia, por falta de atención o a punto de colapsar. Desatender estas señales, es caminar hacia el estado que denominamos: estar enfermos. Desde la piel hasta la orina pueden cambiar de coloración, la transpiración o el aliento modificar su olor habitual, el brillo en la mirada o las características del cabello, pueden opacarse. Todos son mensajes de que algo esta ocurriendo, ni bueno ni malo, solo ocurre.

Aprender a reconocer estas señales es poder observarnos con atención, con cuidado hacia nosotros mismos, con aceptación en las posibilidades y limitaciones, con tolerancia en nuestro aprendizaje.

Uno de los caminos hacia nuestro auto-conocimiento es comenzar a preguntarnos y escuchar todas las respuestas que surjan sin interponer juicios de valor. ¿Alguna vez te cuestionaste si sentías frio o calor? Solo se siente, y uno actúa en consecuencia. Reconocer nuestras propias señales es permitirnos preguntar y aceptar las respuestas aunque sean opuestas a nuestras expectativas. La mayoría de las veces las expectativas nos alejan de nuestras necesidades en el presente. Reconocernos tal y como somos, es poder contar incondicionalmente siempre con nosotros mismos.

Extracto del libro: Terapia Reflexo Facial.
Ernesto Reich, Reflexólogo/Instructor.