miércoles, 22 de enero de 2014

“Infaltables Compañeras”, nuestras emociones...



“Mientras que nuestros pensamientos son totalmente privados, la mayoría de nuestras emociones se detectan por una señal distintiva que ayuda a los demás a comprender cómo nos sentimos”, Paul Ekman.

Es un sistema de señales universales, el más importante que tenemos como medio de información sobre lo que nos sucede, hacia otras personas.
¿Cómo se manifiestan esas emociones?
Nuestro cuerpo, el rostro, son el principal escenario de estas manifestaciones.  Frotarse las manos intensamente puede significar frio, o nerviosismo.  Taparse el rostro con las manos puede tener varias lecturas, una de ellas la vergüenza, pero lo concreto es que hay una acción de  protegerse o de ocultar.
No todas las personas reaccionan de igual modo ante un mismo estímulo.  El temperamento y el carácter de cada persona están sustentados por sus creencias y pensamientos. Dependiendo del tipo de pensamientos serán las emociones que desencadenarán y estas nos llevarán a realizar las acciones.
Cuántas veces hemos utilizado la expresión: ¡se te nota en la cara!!!
Para quienes dicen que el rostro es el espejo del alma, nuestras emociones ponen de manifiesto de qué modo estamos transitando ese instante.  Analizando la situación, todo nuestro organismo está en funcionamiento e interactuando. 
Un grupo de psicólogos alemanes comprobaron, a través de un experimento con voluntarios, resultados que indican que el rostro humano no solo es una extraordinaria fuente de información acerca de nuestro estado emocional interno, sino que también es una especie de regulador de emociones.
En sentido inverso, desde el rostro, podemos atender las disfunciones que nuestras expresiones alertan.
Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico / Instructor.

Terapia Reflexo Facial.