lunes, 27 de abril de 2015

...un camino hacia la Compasión, el Nervio Vago.


El  Nervio Vago también es llamado como el Nervio de la Compasión, ya que al estar activo produce “ondas cálidas” en nuestro cuerpo, sensación que sentimos cuando recibimos un abrazo, una caricia, o nos emociona algo.   En permanente investigación, se estima que su activación promueve los sentimientos de cuidado, de intuición, de altruismo, compasión, gratitud, de amor y predispone al disfrute y la felicidad.
Según declaraciones del Dalai Lama, el asiento de la compasión es en realidad biológico, algo muy necesario para la supervivencia.  El desarrollo de la sabiduría y la compasión son el camino para hacer frente a las circunstancias de vida cotidiana y muchas veces desfavorables, ya que limitan nuestra salud.  Es indispensable comenzar a aprender a trabajar en conjunto con nuestro cuerpo en lugar de trabajar contra él.
Cuan más flexibles somos, más saludables estamos.
  
La clasificación funcional del Sistema Nervioso divide las diferentes vías neurales de acuerdo al rol que cumplen, sin importar si estas recorren parte del sistema nervioso central o periférico.
El sistema autónomo se clasifica en Simpático y Parasimpático, sistemas que tienen funciones en su mayoría antagónicas. Los niveles de hormonas del estrés de nuestro cuerpo están regulados por este sistema.
El Sistema Nervioso Simpático es el sistema del comportamiento de huida o escape, y se activa ante todo lo que interpretamos como situaciones de emergencia.
El Sistema Nervioso Parasimpático, es un sistema de reposo, nos ayuda a mantener la calma, promoviendo la relajación, el descanso, el sueño, la desaceleración del ritmo cardíaco, del ritmo respiratorio, la contracción de las pupilas, aumenta la producción de saliva en la boca, entre otras funciones.
Inerva la mayor parte del cuerpo por medio del nervio vago, que es emitido desde la cabeza.

El nervio vago o nervio neumogástrico es el décimo de los doce nervios craneales. Comienza en el bulbo raquídeo e inerva la faringe, el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón, el estómago, el páncreas, el hígado y vísceras. 
El (par) nervio vago, una vez ingresado en la zona del tórax, actúa de diferente modo y alcanza distintos órganos.


Desde la Terapia Reflexo Facial, la estimulación del Nervio Vago, además de producir una agradable relajación, activa su funcionalidad y promueve el registro tanto corporal como emocional.  Una herramienta útil ante diferentes disfunciones, teniendo en cuenta su recorrido y participación.