jueves, 2 de noviembre de 2017

Diario del Curso de Terapia Reflexo Facial - Lima, Perú. sep/2017 - cuarta entrega


Día cuatro.
Cuando hay una situación desconocida a transitar en nuestra vida, un desafío siempre es nuevo, se recurre a todos los conocimientos similares con los que contamos en nuestra memoria.  O sea, intentamos ajustar la realidad nueva, desconocida y desafiante a nuestras experiencias anteriores. Al adoptar esta actitud, generalmente se desperdicia gran parte del nuevo conocimiento a incorporar.  


Los viejos conocimientos absorben lo nuevo y, se refuerza lo viejo. Nuestras experiencias anteriores se convierten en una barrera que impide la comprensión total de la nueva situación. Y así es como creemos contar con más recursos y que la memoria es nuestra mejor aliada.




Tan solo hemos reorganizado y sobre-estructurado lo ya conocido. Nuestra memoria nos ha jugado una desafortunada broma. Si realmente incorporamos plenamente un conocimiento nuevo este se funde con nosotros, se diluye en nuestra sangre y transita por nuestras venas. En caso de sentir dudas sobre estas palabras, haga memoria (o sea, recurra al cajón de los hechos pasados) recuerde lo que le ocurre cuando se sube a una bicicleta en la cual hace mucho no pasea. Es innecesario hacer memoria de cómo se pedalea. El cuerpo lo siente, el equilibrio se manifiesta espontáneamente y, Usted avanza libremente, sin pensarlo…


Esa libre espontaneidad rompe las cadenas de la memoria y lo viejo, de lo que “Yo” se y de lo que es “Mi” saber. Cada instante es un descubrimiento, un renacer en el conocimiento.
Esa libre espontaneidad, la que encontramos en la inocencia de los niños, también brillaba en los ojos asombrados de los terapeutas que realizaron en Curso Intensivo en Terapia Reflexo Facial en el Centro de Reflexoterapia de las Hnas.de San Pablo de Chartres en Lima, Perú.


La noche anterior había recibido el regalo de pasear por la ciudad recorriendo diferentes barrios, puentes, parques, la costanera y hasta la vista general de Lima desde el Cristo del Pacifico, enclavado en un alto cerro.






 A cada momento surgía una impensada experiencia, algo para descubrir,  una nueva emoción. De  este modo se construyó este viaje, de impensadas experiencias con personas que sin conocernos previamente compartíamos conocimientos, charlas informales, curiosidades regionales, comidas y hasta silencios.
Así transitó el cuarto día del curso. Reencontrándose con la información de los cinco elementos, el Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera en este caso trabajados desde el rostro. Con un área muy diferente al de los pies, con cuidados en las presiones y formas de posicionarse, de cómo mover las manos y, a diferencia del “método de las Hermanas”, producir relajación. Una relajación tan profunda que invitaba a dormir y hasta roncar…!!!

 El intercambio de experiencias vividas permitió establecer coincidencias como la intensa relajación, los movimientos involuntarios, el transitar de la energía (la electricidad como la llamaron algunos) recorriendo el cuerpo, las visualizaciones o diferentes estados de ensoñación y, posteriormente las reacciones que se generaron en las personas a la hora del descanso. Desde sentir alteraciones en el sueño hasta haber logrado equilibrar el descanso en un dormir profundo.






Todas manifestaciones generadas por el estímulo producido durante la práctica reflexológica. Desde las manos, los pies o el rostro, la reflexología moviliza la energía de la persona en busca de su equilibrio.




Ernesto Reich, Reflexólogo Holístico/Instructor.
Director de la Escuela Holística Argentina de Terapia Reflexo Facial.
Cuarta de cinco entregas.