El Nervio Vago también es
llamado como el Nervio de la Compasión, ya
que al estar activo produce “ondas cálidas”
en nuestro cuerpo, sensación que
sentimos cuando recibimos un abrazo, una caricia, o nos emociona algo. En permanente investigación, se estima que
su activación promueve los sentimientos de cuidado, de intuición, de altruismo,
compasión, gratitud, de amor y predispone al disfrute y la felicidad.
Según declaraciones del
Dalai Lama, el asiento de la compasión es en realidad biológico, algo muy
necesario para la supervivencia. El
desarrollo de la sabiduría y la compasión son el camino para hacer frente a las
circunstancias de vida cotidiana y muchas veces desfavorables, ya que limitan
nuestra salud. Es indispensable comenzar
a aprender a trabajar en conjunto con nuestro cuerpo en lugar de trabajar
contra él.
Cuan
más flexibles somos, más saludables estamos.
La clasificación funcional
del Sistema Nervioso divide las
diferentes vías neurales de acuerdo al rol que cumplen, sin importar si estas
recorren parte del sistema nervioso central o periférico.
El sistema autónomo se clasifica en Simpático y Parasimpático, sistemas que tienen
funciones en su mayoría antagónicas. Los niveles de hormonas del estrés de
nuestro cuerpo están regulados por este sistema.
El Sistema Nervioso Simpático es el sistema del comportamiento
de huida o escape, y se
activa ante todo lo que interpretamos como situaciones de emergencia.
El Sistema Nervioso Parasimpático, es un sistema de reposo, nos ayuda a mantener la calma, promoviendo la
relajación, el descanso, el sueño, la desaceleración del ritmo cardíaco, del ritmo
respiratorio, la contracción de las pupilas, aumenta la producción de saliva en
la boca, entre otras funciones.
Inerva la
mayor parte del cuerpo por medio del nervio vago, que es emitido desde la
cabeza.
El nervio vago o nervio
neumogástrico es el décimo de los doce nervios craneales. Comienza en el bulbo raquídeo e inerva la faringe,
el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón,
el estómago, el páncreas, el hígado y vísceras.
El (par) nervio vago, una
vez ingresado en la zona del tórax, actúa de diferente modo y alcanza distintos
órganos.
Desde la Terapia Reflexo Facial, la estimulación
del Nervio Vago, además de producir
una agradable relajación, activa su funcionalidad y promueve el registro tanto corporal
como emocional. Una herramienta útil
ante diferentes disfunciones, teniendo en cuenta su recorrido y participación.
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